Competencias profesionales: clave en la gestión del talento

julio 13, 2020

softskills Business Intelligence

La situación actual requiere que los responsables de la gestión del talento adquieran un enfoque nuevo. Y no solo porque el contexto sea diferente o por distintos condicionantes «externos». La gestión del talento post COVID-19 implica recordar que su principal fortaleza es su correcto aprovechamiento. De hecho, ahora se aboga por impulsar competencias profesionales que juegan a favor tanto del personal como de la empresa. 

El mayor reto que tiene todo Director de RRHH y HR Talent Manager es la potenciación y la gestión del talento propio. Más allá de la captación de nuevos activos, el objetivo es usar todos los recursos a su alcance para la identificación, evaluación e impulso de los empleados dentro de la empresa.

Este escenario actual ha acentuado la enorme importancia de las competencias profesionales, las cuales resultan imprescindibles. Tanto en el mundo actual como en un futuro a corto plazo. Muchas de ellas requieren una recuperación o consolidación. Otras, implementar curvas de aprendizaje con nuevos objetivos. En cualquier caso, la gestión de talento post COVID-19 debe prestar especial atención a ellas, abarcando la potenciación de las habilidades de carácter técnico en herramientas y entornos tecnológicos.

Una gestión de talento que potencie las competencias profesionales

Al potenciar las competencias profesionales en nuestro equipo de trabajo, brindamos las herramientas necesarias para afrontar las actividades diarias. Es decir, una disposición emprendedora ante situaciones nuevas, la asunción de riesgos en escenarios de incertidumbre o una preferencia por la innovación y la creatividad. Estas habilidades deben ser monitorizadas, perseguidas y recompensadas por todo Director de Recursos Humanos.

Las habilidades de comportamiento son relativamente difíciles de cuantificar. No son tan medibles como el desempeño o la productividad, pero salen a la luz en las dinámicas relacionales. Ahora bien, se las puede identificar a través de las herramientas de gestión y monitorización apropiadas. Algo que requiere de la gestión de personas post COVID-19, pero que seguirá siendo imprescindible en el futuro.

La consultora McKinsey, en su informe El futuro del lugar de trabajo, estima que para 2030 se incrementará en un 55% la demanda de habilidades tecnológicas. También lo hará en un 24% la de habilidades sociales y emocionales y un 8% la de habilidades altamente cognitivas, como la creatividad o el procesamiento de información compleja. Estar preparados desde ahora no solo nos hará más «cómodo» el contexto actual. Además, nos convertirá en más competitivos el día de mañana.

La flexibilidad y la facilidad de aprendizaje, esenciales para la gestión de talento post COVID-19

La actualidad posterior al COVID-19 está premiando a todas aquellas personas que son capaces de «aprender a aprender». Así como de olvidar conocimientos, dinámicas y flujos de trabajo aparentemente inamovibles. La realidad es mucho más fragmentada e imprevisible que hace unos años. Ser capaz de adaptarse, mejorar y adquirir nuevos conocimientos, habilidades y experiencias es otra de las habilidades más y mejor valoradas en la actualidad. No solo capacitará mejor nuestro talento disponible. También aumentará su tolerancia frente a la incertidumbre, porque estará preparado para cualquier situación.

En ese sentido, el responsable de Recursos Humanos debe hacer todos los esfuerzos necesarios para la mejora continua del talento. Dedicar en torno a un 20% de la jornada laboral al aprendizaje y a la adquisición de nuevas competencias es una de las decisiones más inteligentes a adoptar. Como también lo es diseñar e implementar currículos de formación interna que favorezcan el deseo de los trabajadores a abrazar esa cultura de mejora permanente.