5 buenas prácticas de gestión financiera
enero 13, 2020
Nunca es un mal momento para abandonar aquellas prácticas no tan buenas en la gestión financiera de tu empresa. Ni mucho menos para adoptar nuevos hábitos y estrategias que puedan ayudarte a vigilar tus ratios financieros. O que te permitan disponer de una mayor rentabilidad. En este post te indicamos 5 buenas prácticas que, junto con el uso de un software de finanzas, pueden mejorar de forma increíble la manera en la que vives y entiendes la gestión financiera.
1. Monitorizar los ratios financieros, clave para la gestión financiera empresarial
La única manera de tener éxito empresarial es saber en todo momento qué está ocurriendo en tu organización. La monitorización permanente de ratios financieros y flujo de caja te permitirá saber el «estado de salud» de tus números. Hay una serie de aspectos a analizar dentro del plan de gestión financiera que son clave:
- el nivel de ingresos,
- el flujo de tu circulante,
- el volumen de gasto,
- el estado de tus pagos, así como los posibles atrasos.
Llevar un control «manual» de estos aspectos financieros por separado puede resultar algo caótico. Además, puedes incurrir en fallos de control, o cometer errores involuntarios. Como consecuencia, la imagen de tus ratios financieros ya no se corresponderá con la realidad.
La mejor manera de vigilar tus márgenes es a través de un software contable y financiero. Ahí tendrás reunida toda la información clave sobre las finanzas de tu empresa. De manera unificada, flexible y en una interfaz práctica.
2. La financiación externa, una posibilidad a valorar en el camino de la gestión financiera
A lo largo del año es probable que tengas que afrontar determinados proyectos recurriendo a un plus de financiación externa. La «dependencia» de una entidad que no es tu empresa, para salvaguardar tus proyectos, suele intimidar. Aunque resulta comprensible, la mayor parte del tiempo recurrir a préstamos o vías externas de inversión no representa un problema. Es esencial, eso sí, detectar las necesidades puntuales. Además de ajustar la financiación a ese proyecto y vigilar tu liquidez y beneficios, para afrontar con garantías la amortización.
3. El software de contabilidad puede ser tu principal aliado en la gestión financiera
Con el paso del tiempo, la gestión financiera se ha tornado más compleja y polifacética. Hay que atender a más elementos, vigilar flujos de información cambiante y atender al mercado en el que estás trabajando. Ninguna de las partes más esenciales de la gestión financiera actual puede entenderse como una «isla». Todas están interconectadas y se influyen entre sí. El inventario, la tesorería, las facturas, las nóminas, los presupuestos, los informes… Con la tecnología y un buen software de gestión financiera, el trabajo diario resulta mucho más cómodo y efectivo.
4. Un análisis financiero detallado de cobros y pagos
El cash que ingresas y el que desembolsas, así como el equilibrio entre ambos es – y seguirá siendo – la base de cualquier gestión financiera saneada. No puedes prestar más atención a uno que a otro, ya que, normalmente, son dos caras de la misma moneda. Tener también una monitorización constante de estos dos elementos resulta esencial para evitar situaciones de riesgo.
5. Evaluación y control de los resultados
Normalmente, las tareas diarias de la gestión financiera hacen que nos focalicemos en todos los elementos anteriores. Pero es igual de importante prestar atención a la «panorámica» completa con regularidad. La única manera de comprobar que tu actividad y tu empresa gozan de buena salud es evaluar tus resultados financieros. Como también resulta crucial que relaciones esos resultados con tus objetivos y compruebes si se están desviando o no. Actuar con celeridad, cuando es necesario, también forma parte de una gestión financiera responsable y efectiva.