El CFO, el supervisor del rendimiento financiero

julio 17, 2019

CFO

Hoy, todo es smart: los objetivos que fijamos a los empleados de las empresas, el pequeño coche urbano que se adapta a los nuevos usos, las ciudades que se transforman para adaptarse a los nuevos estilos de vida, o incluso los hombres y mujeres que adoptan otros códigos de conducta o de vestimenta para diferenciarse y destacar entre la multitud.

Es un hecho, estamos evolucionando hacia un universo cada vez más «inteligente», donde todo es cuestión de adaptación constante al propio entorno, de innovación y creatividad, para triunfar, atraer, cambiar, desarrollar, ganar… Las finanzas también deben serlo. No únicamente en el sentido de «inteligentes», sino S.M.A.R.T: Supervisadas, Medidas, Alineadas, Reportadas y Transformadas. ¿Cómo debe afrontar estas características el CFO? ¿Cómo debe ser un director financiero para ser S.M.A.R.T?

Un director financiero competente, no un enfermo del control

 La supervisión del rendimiento financiero es un proceso estratégico clave, en cualquier organización o colectivo empresarial. El CFO debe ser consciente de ello y, por tanto, formar parte activa y competente, no sólo de la elección de los indicadores financieros y de mercado. También de las herramientas que le permitan llevar a cabo esa supervisión. Aunque ésta debe desarrollarse de manera racional y razonable, periódica y conforme a unos objetivos.

La obsesión por la supervisión del desempeño financiero puede derivar en resultados diametralmente opuestos a los perseguidos. Tratar de controlar el desempeño hasta el extremo no se traducirá en un control de los condicionantes del mercado o el comportamiento de la organización más allá del área de competencia del director financiero. Se trata de comprobar de manera regular que se está siguiendo el camino trazado previamente en el plan financiero, que las desviaciones son controlables y que no hay comportamientos extraños.

El director financiero debe trabajar con datos, no con suposiciones

No existe la «inspiración», en el mundo de los negocios. Pero sí cuadros directivos con la información adecuada precisamente cuando es necesaria. Esto es lo que les permite tomar las decisiones estratégicas más ventajosas en el momento justo. De esta forma es como se adquiere una ventaja competitiva en el mercado, no con pálpitos, ni corazonadas.

El CFO debe tener a mano datos fiables a la hora de tomar decisiones o decidir cambios de rumbo, en caso necesario. Para ello el software de back-office apropiado es esencial. El director financiero no solo podrá entonces decidir el curso de la acción respaldado por datos en tiempo real. También su plan financiero ganará en solidez y estabilidad.

El liderazgo del director financiero se vincula a la estrategia general

En cualquier situación crítica o comprometida, en los momentos clave de la vida de la empresa, todos los ojos van a dirigirse hacia el director financiero. Como en cualquier barco que se enfrenta a una tormenta, los marineros esperan la guía y el liderazgo del capitán. Y, para que ese liderazgo tenga sentido y los esfuerzos de todos merezcan la pena, el CFO debe tener clara la estrategia general, los objetivos a largo plazo.

El desempeño financiero tiene que tener un sentido y, por ello, debe estar alineado con los objetivos estratégicos. El director financiero, por encima de cualquier otro componente del equipo, debe tener presentes esos objetivos. De hecho, debe haber sido uno de los protagonistas, a la hora de definir la estrategia y establecerlos como meta.

El director financiero debe saber lo que ocurre en todo momento

Aunque tiene que ver con la función de la supervisión, de la que ya hemos hablado, el reporting añade un matiz esencial. Los informes relativos a las acciones llevadas a cabo y sus resultados deben ofrecer el director financiero una una fotografía en un instante determinado, con información exhaustiva, en bruto y sin tratar – datos e indicadores –. Como acabamos de ver, dicha información no tiene ningún interés si no se analiza o se pone en perspectiva respecto a los objetivos que se han de alcanzar. Aún así, el director financiero debe contar con una sólida aplicación de reporte, para poder recurrir a los informes en cualquier momento.

La mentalidad transformadora del CFO decantará la balanza

La transformación positiva que puede aportar la tecnología y la innovación al trabajo del director financiero debe ir en paralelo con su mentalidad. Un CFO capaz de un pensamiento disruptivo, vanguardista y, efectivamente, transformador de su actividad puede ser el elemento del que se contagie el resto del equipo para alcanzar cotas más altas de éxito y un desempeño realmente destacado.