5 métodos para medir la productividad en el teletrabajo
junio 1, 2020
Antes de que las empresas empezaran a implementar el teletrabajo tras el impacto de la pandemia COVID-19, el método más común de medir la productividad de los empleados era comparando el nivel de producción con el número de horas trabajadas. El concepto de productividad en el trabajo estaba muy ligado al presentismo. Ahora bien, la lucha contra el presentismo es uno de los grandes retos para mejorar la productividad en las empresas.
En muchas industrias trabajar desde casa se ha convertido en la nueva norma. Por lo tanto, medir la productividad de los equipos en remoto es un elemento clave para el crecimiento empresarial.
Pero, ¿qué es la productividad y cómo se mide? A esta pregunta, entre otros aspectos, intentaremos contestar en este artículo. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es la productividad?
La productividad de los empleados de una empresa es la relación entre las tareas realizadas y los bienes producidos por una persona, con los recursos que ésta tiene a su disposición. Es decir, la productividad mide la eficiencia del equipo para producir una determinada cantidad de bienes o servicios.
Cuanta mayor sea la productividad laboral, mayores beneficios económicos va a obtener la empresa. De ahí que medir la productividad de los empleados sea una tarea imprescindible en el camino empresarial hacia el éxito.
¿Cómo se mide la productividad?
Como fórmula genérica de calcular la productividad, está dividir los productos o servicios realizados entre los recursos laborales consumidos. No obstante, esta fórmula es difícil de aplicar trabajador por trabajador y aún más en el contexto del teletrabajo, donde la flexibilidad es superior. Además, hay factores que influyen en la productividad laboral, como:
- el equipamiento,
- la compensación laboral,
- el liderazgo o
- los recursos de los que disponen los trabajadores.
Cuando una empresa toma la decisión de implementar el teletrabajo, tiene que ser capaz de aprovechar las herramientas que facilitan la comunicación, la colaboración y la transparencia. Asimismo, debe optimizar la organización del trabajo. Todos los empleados tienen que estar capacitados y comprometidos con la empresa y las expectativas que ésta tiene sobre ellos.
Este nuevo escenario de trabajo en remoto obliga a los departamentos de recursos humanos a utilizar herramientas adaptadas a la nueva realidad digital y a las necesidades del teletrabajo. Por otro lado, también incentiva a realizar evaluaciones del desempeño continuas. De esta manera, se mide la productividad de los equipos en remoto, con nuevos criterios. Aquí te presentamos 5 métodos para medir la productividad en el teletrabajo.
Medición de la productividad en el teletrabajo
1. Evaluación del desempeño vinculada a objetivos definidos y realistas
En las empresas tradicionales, la evaluación del desempeño se realizaba normalmente una sola vez al año. Para adaptarse al nuevo escenario de trabajo en remoto, hay que plantearse medir la productividad de manera más recurrente. En este sentido, hay que incidir especialmente en que los objetivos deben estar claros y ser alcanzables.
Por un lado, están los objetivos de la empresa, como aumentar los beneficios o los niveles de retención de clientes. Los empleados necesitan tener visibilidad sobre estos objetivos y entender la manera en la que su trabajo afecta a los objetivos de la empresa.
Por otro lado, están los objetivos de productividad de cada uno de los empleados. Para que un colaborador contribuya de forma activa al cumplimiento de los objetivos de la empresa, es necesario que tenga sus objetivos individuales claros, así como las herramientas y los recursos necesarios para alcanzar esos objetivos.
La evaluación del desempeño permitirá realizar análisis que reflejen la situación real de cada empleado, en cada momento. Por otro lado, reducirá el grado de presión sobre el equipo, ya que todo el mundo sabe en todo momento qué hay que hacer. Además, estaríamos hablando siempre de objetivos realistas y al alcance. La motivación permanecerá alta y la realidad cambiante se trasladará a esta evaluación del desempeño de una manera más actualizada, en periodos de tiempo más cortos.
2. Equipos en remoto monitorizados y con feedback permanente
La utilización de herramientas de software, como nuestro software de gestión del talento facilita el establecer una cultura de retroalimentación constante dentro del organigrama y ayuda a implementar una correcta evaluación del desempeño. De esta manera, todo el equipo cuenta con la misma información, en tiempo real. Por lo tanto, el feedback que se facilita y recibe constantemente es mucho más ajustado a la situación.
Esto permite, por un lado, tomar las medidas apropiadas y, si son necesarios, realizar ajustes. Por otro lado, ayuda a que el equipo se habitúe a un flujo de trabajo en el que aportar y recibir feedback. De este modo, mejorar en los procesos se convierte en algo natural. Es un elemento orgánico más en su desarrollo profesional.
3. Productividad en remoto gracias a la definición de tareas
Las soluciones tecnológicas implementadas en RRHH y en el teletrabajo permiten establecer con mucha claridad las tareas y responsabilidades para todos los integrantes del equipo. En ese sentido, es vital saber qué trabajo corresponde a quién. De la misma manera, definir el objetivo de esa tarea y, por tanto, medir en remoto el cumplimiento de esa función, es imprescindible.
Esto permite medir la productividad a los responsables e implicados para conocer el margen de mejora. Tener las cosas claras en el día a día y también a medio plazo garantiza mejores ratios de productividad.
4. Mejor comunicación de los equipos en remoto
Paradójicamente, la deslocalización física y la intervención de las tecnologías han mejorado los niveles de comunicación de los equipos. Las deficiencias comunicativas entre departamentos, vividas en los centros de trabajo, pueden verse muy matizadas y, a veces, desaparecen por completo. Así no sólo obtenemos un clima más favorable a la evaluación del desempeño y la monitorización de la productividad. También se genera un hábito en el que mantener una línea de comunicación abierta con toda la organización es parte de la realidad que estamos viviendo.
5. Talento adaptado al cambio
El contexto de la pandemia COVID-19 y la capacidad del equipo por adaptarse a ello de manera natural y efectiva bien puede convertirse en un indicador más de la productividad de los trabajadores. Es un aspecto a tener en cuenta en futuras evaluaciones del desempeño. Contar con la capacidad para afrontar una situación adversa es indispensable en el mundo laboral hoy en día. Amoldarse y responder efectivamente en un contexto a priori contrario a nuestros hábitos de trabajo se traduce en una aptitud que debe considerarse a la hora de medir el desempeño y la productividad de nuestro equipo, pero también en futuros procesos de selección de talento.